La Crisis de los Refugiados y los riesgos para la Salud
Submitted by admin on Sat, 09/19/2015 - 10:56.
La Crisis de los Refugiados y los
riesgos para la Salud:
Hay que actuar de inmediato
La
crisis de los refugiados que pueblan los mares, fronteras y países se extiende
como una mancha física y moral por toda Europa. Las causas han sido analizadas y conocidas por todos y
tienen que ver con los conflictos de intereses geoestratégicos relacionados con
el control del petróleo, el comercio internacional y los intentos de los países
desarrollados por controlar a las potencias emergentes. Las principales víctimas
de esta política son los 278 millones de personas que viven en 6 países. En conjunto, sus
debilitados sistema de salud pública destinaban 9.570 millones de euros en el año 2013, seis
veces menos que lo que gastamos en España para
una población seis veces superior, con un
gasto medio
en salud por habitante de apenas 34 euros (40 veces inferior al nuestro), mientras el gasto en
armamento ya se situaba en 40 euros/habitante, sin tener en cuenta el empleado por las fuerzas irregulares.
Ahora
las débiles infraestructuras sanitarias de estos países (hospitales, centros de
salud) han sido en su mayor parte destruidas por la guerra, lo que supone
una catástrofe sanitaria, a la que habría que añadir las destrucción de las
infraestructuras de agua, centrales eléctricas (cadenas de frío para
conservación de alimentos, funcionamiento de quirófanos, etc.), viviendas, o
los muertos directos por heridas, hambre o enfermedades trasmisibles.
En
este horrible escenario lo normal es que quien disponga de recursos intente
escapar a otros países. Los pobres y enfermos no tienen más opción
que sufrir la guerra.
Pero
lo más cruel es que las autoridades de los países europeos, además de negarles
el asilo hacen negocios con los medios utilizados para frenar su
entrada, recurriendo a la colaboración público-privada en el control de
fronteras y en la vigilancia marítima, que llevan a cabo multinacionales pagadas con
fondos de la Unión Europea. El control fronterizo, la venta de concertinas
y alambradas (que hieren y mutilan a quienes pretenden traspasarlas, como
en Ceuta y Melilla) o las devoluciones forzosas en
aviones suponen un importante nicho de negocio, en franco crecimiento. El
gasto en blindar las fronteras de Europa
crece progresivamente. Ya entre los años
2007 y 2013 alcanzó los 2.000 millones de euros, frente a los 700 millones gastados en ayuda a los
refugiados. En España las diferencias son muy
superiores, con un gasto público en recursos
para reforzar fronteras de 289 millones de euros frente a los 9,3 millones de euros empleados en proteger a
los refugiados.
Los
países europeos disponen de recursos económicos y de infraestructuras
sanitarias suficientes para atenderlos y evitar las graves consecuencias que se
avecinan. Además, es posible la aparición de epidemias y problemas de salud que
pueden afectar a toda la población, incluyendo a la europea, sin contar
el riesgo de desestabilización moral y política, que puede ser el germen de la
xenofobia y el fascismo, graves enfermedades que afectan a la salud social,
la paz y la seguridad de los pueblos.
Es
necesario un Plan de Emergencia Europeo para los Refugiados, dotado
de fondos europeos suficientes, destinados a:
1.-
Identificar los problemas y necesidades relacionados con la salud que afectan a
los miles de refugiados, especialmente los más vulnerables como los niños,
embarazadas y ancianos.
2.-
Elaborar un plan de actuación urgente, dotados de un presupuesto suficiente,
para atender las necesidades inmediatas: Alimentación, vivienda, cuidados de
salud, etc., con recursos públicos (esta actividad no puede estar en manos de
ONGs, como en los países subdesarrollados)
3.- Establecer una
estrategia a medio plazo para atender a estas personas, poniendo a la vez todos
los medios posibles para mejorar los sistemas de salud y la situación general en sus países de
origen.
Hay
que actuar sin dilación, cada minuto que tardemos en hacerlo supone la pérdida
de vidas inocentes. Los gobiernos de los países europeos y la UE deben de
movilizarse e inmediato. Los profesionales de la salud tenemos una especial
obligación ética para exigirlo.
Federación de Asociaciones para la
Defensa de la Sanidad Pública
16 de Septiembre de 2015